jueves, 24 de enero de 2008

Que falte pero no sobre…¿no es al revés?

Como vienen las cosas se ve que los argentinos tendremos que acostumbrarnos. Acostumbrarnos a la falta de electricidad, de combustibles, de lácteos y parece que a esta larga lista se le está por sumar la carne. Si así como leen.

Hace dos años los corte energéticos se producían de forma aislada, al año se generaron en los momentos de mayor demanda pero con tiempos más prolongados. Ahora a casi un mes de la puesta en marcha del plan de ahorro energético del gobierno, son cada vez más frecuente.


Lo que ocurre hoy con la energía podría suceder con la carne. Los analistas advierten que la cuenta es simple: si el stock ganadero es el mismo, pero la demanda interna sigue creciendo, hasta cuando se podrá aguantar. Para responder a una mayor demanda, no existe otra herramienta que aumentar la oferta.


Sin embargo, tenemos el mismo stock ganadero, pero una mayor participación de hembra en la faena, esto indica que la cosa no está bien. El gobierno no puede hacer oídos sordos, ya que desde adentro se reconoce que se debe aumentar la producción, pero esto no se puede lograr sin inversión, con despidos, escasos subsidios, mercados distorsionados y cambiando el panorama todo el tiempo. ¿No les parece?

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